El trasplante de corazón y los antibióticos alguna vez se consideraron formas de "jugar a ser Dios", pero ahora se consideran solo herramientas médicas. La criónica es un ejemplo aún más extremo de empujar los límites de la ciencia para salvar vidas humanas, pero no hay razón para creer que invade la religión. La criónica no es adecuada para prevenir la muerte por todas las posibles causas de muerte.