Una vez que el corazón se ha detenido y se ha declarado la muerte, es importante enfriar al paciente rápidamente, dar soporte cardiopulmonar (CPS), inyectar medicamentos para prevenir la coagulación y reducir la isquemia, lavar la sangre, perfundir con anticongelantes compuestos y enfriar a temperatura criogénica (por debajo de -130°C).